Cosina 100 mm f 3.5 macro: una pequeña gran sorpresa

José Luis Trullo (texto y fotos).- Hay marcas que se venden por la patilla... y marcas que arrastran su (des)prestigio por el fango, incluso cuando no lo merecen. Ya se sabe: cría fama, y échate a dormir.

Cosina pertenece a este último grupo: sinónimo durante años de ópticas económicas, fabricadas con mucho plástico y demasiadas prisas, hay pocos usuarios que darían un duro por uno o ninguno de sus objetivos. En realidad, en los años ochenta se especializó en fabricar zooms muy baratos para terceros... y no sólo zooms. Hay quien dice que la Nikon FM-10 (una de sus últimas cámaras manuales, destinada al mercado de estudiantes de fotografía) le debía casi todo... por no decir todo. Y el MD 28-70 mm que calzaba en sus kits la Minolta X-300s era, sin duda en este caso, paternidad suya. Ello por no hablar de las decenas de modelos rotulados con su propia marca (o alguna de sus subsidiarias), destinados a ser utilizados con cámaras Canon, Nikon, Pentax o Minolta.

Y, sin embargo... a veces, suena la flauta. Quién sabe si por una cuestión de orgullo o por un auténtico cálculo de coste-beneficio, este objetivo macro resulta una auténtica sorpresa para cualquiera que haya tenido oportunidad de probarlo. De un rendimiento óptico muy notable, su éxito comercial se debió tanto a sus propias virtudes como a que... fue comercializado bajo numerosas marcas, entre ellas Pentax (!), Vivitar, Phoenix, Promaster, Soligor y Voigtlander (algunas de ellas, en versión AF). Sin embargo, adolece de las típicas carencias de la casa, entre ellas, una construcción algo precaria... más al tacto que en la realidad.

Aunque su bayoneta es metálica, el tubo no engaña a nadie: plástico. Sí, pero sólido, resistente. (Habría que empezar a dejar de hablar de "plásticos" en general y empezar a concretar, porque no todos son, ni mucho menos, iguales. Pero eso lo tenemos que dejar para otra ocasión). Y, quizás la que sea su mayor hándicap: para alcanzar la ratio 1:1 y que podamos hablar, en propiedad, de macrofotografía, es preciso calzarle una lente de aproximación adicional... Corregida y dedicada, sí, pero que hace algo engorrosa su utilización.


Entrando en materia, llama la atención su buena reproducción del color, de cierta dominante cálida que a muchos usuarios puede resultar de agradecer, y que cabe atribuir sin duda a los revestimientos empleados. El contraste es excelente, quizás uno de sus mejores atributos: ello aumenta la sensación de nitidez y respeta las texturas del motivo.

Aunque carecemos de datos concretos sobre la resolución del objetivo, sí podemos aportar el análisis que realiza Dyxum al respecto. Aunque califica este objetivo "el macro de los pobres"...
destaca que su nitidez a plena apertura es excelente en el centro y buena en las esquinas; diafragmando, tilda de "perfecto" su rendimiento, con picos entre f 5,6 y f 8, mientras que las esquinas son excelentes con picos entre f 8 y f 11. Los usuarios de esta web le dan una valoración de 4.13 de promedio, con los siguientes valores concretos: nitidez, 4.60; reproducción del color, 4.45; construcción, 2.67; distorsión, 4.60; y control de los reflejos internos o flare, 4.33... ¡no está nada mal, para ser tan paupérrimo!


Basta con observar de manera somera la imagen de la rama de pinsapo que ilustra este breve examen, y su correspondiente recorte, para sorprendernos ante su excelente equilibrio general: aunque el bokeh no sea precisamente hermoso, sí que seducen sus tonos, colores y contraste. Sus valores se aprecian mejor en el recorte, aunque hay que precisar que las prestaciones de la cámara (en esta ocasión, una Olympus E-300) jugaron a su favor en cuanto a la riqueza cromática, y en contra en cuanto a la nitidez.

En suma, un objetivo macro recomendable y que es posible encontrar todavía nuevo; es más, según algunas fuentes, en realidad no ha sido descatalogado... La unidad que hemos analizado tuvo un coste de 70 euros, también nueva, y no es demasiado frecuente encontrar alguna de ocasión... quizás porque sus usuarios se sientan más que satisfechos con sus (nada) modestas prestaciones.