Carl Zeiss Planar 50 mm f 1,7 T*

Redacción.- Según la web SLR Lens Review, nos encontramos ante uno de los objetivos más antiguos que aún siguen en producción. El primer diseño se remonta nada menos que a 1896, y desde entonces (y como es lógico) ha sufrido todo tipo de reformas y mejoras, de acuerdo con los descubrimientos e innovaciones tecnológicas tanto en el campo óptico como de los revestimientos. No debemos olvidar que Carl Zeiss ha sido y sigue siendo una de las marcas punteras en el mercado fotográfico, incorporando a sus objetivos el resultado de sus propias investigaciones, las cuales luego las demás empresas han emulado y, a veces, copiado.

El Planar 50 mm f 1,7 t* que aquí traemos a colación es un objetivo clásico a más no poder, tanto en su aspecto exterior como en su fórmula óptica, compuesta por siete elementos en seis grupos. La distancia mínima de enfoque es de 60 cm, algo larga para una focal de este tipo, si bien el esquema óptico y la nutrida aportación de cristales pasan factura en este ámbito. El diámetro de filtro es de 55 mm, tiene un tamaño de apenas 6x3 cm y su peso es de 190 gramos, destacando por su ligereza y compacidad. A pesar de su modesta apariencia, su construcción es soberbia y destaca el profuso empleo del metal en una era donde los plásticos (por muy "fantásticos" que se reputen) se han adueñado de las factorías de material fotográfico. Su diafragma consta de seis palas y cierra hasta f 16.


Foto de Félix Vaquerizo


Su rendimiento es, a todas luces, muy bueno a plena apertura, y excepcional apenas se diafragma... como le ocurre a muchas ópticas, cierto. Lo que quizás destaca en este modelo concreto es su bokeh, tan preciso como precioso, lo que permite realizar enfoques selectivos de gran belleza (basta con ver las fotos que ilustran este somero examen). Las distorsiones están muy controladas, así como las aberraciones esféricas, aunque adolece de aberraciones cromáticas bastante aparentes. De acuerdo con la web mencionada, montado en una cámara de formato completo se percibe cierto viñetado a máxima apertura, que desaparece si se calza en un sistema que aplique un factor de recorte.


Foto de Félix Vaquerizo

En las pruebas de laboratorio, y de acuerdo con las tablas MTF publicadas en dicha web, el mayor rendimiento lo proporciona este objetivo en las aperturas situadas entre f 2,8 y f 8... lo cual no es descubrir mucho, la verdad (raro es el objetivo que no brinde las mayores alegrías a sus aperturas medias). Los resultados de esta óptica montada en una cámara de formato completo no son tan sobresalientes, sobre todo a plena apertura: es el precio que hay que pagar en la mayoría de los casos de maridaje entre objetivos clásicos y cuerpos digitales modernos. De todos modos, hay que destacar el excelente rendimiento que da en los bordes, algo que sí le diferencia del resto de la competencia: a f 5,6 y f 8, ¡prácticamente anda a la par de la resolución obtenida en el centro del fotograma!


Foto de Félix Vaquerizo

Las imágenes que acompañan este texto, debidas a Félix Vaquerizo, han sido captadas empleando una cámara del formato Cuatro Tercios, lo cual, lejos de perjudicarle, le favorece, pues minimiza las eventuales deficiencias de origen al aplicarle un más que generoso recorte al fotograma original.

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